Sostenibilidad

Inversión climática 2.0: Abrirse camino en un mercado cada vez más competitivo

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John Goldstein
Global Head of Sustainability and Impact Solutions, Client Solutions Group
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Letitia Webster
Global Head of Sustainability for Private Investing
Perspectives
Esta publicación forma parte de nuestra serie Perspectives
Puntos clave
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A medida que se acelera la transformación sostenible de la economía a escala global, las finanzas climáticas se están volviendo cada vez más complejas para los inversores.
2
Los inversores están adoptando un enfoque más sofisticado que analiza las diferentes clases de activos para encontrar oportunidades alineadas con los objetivos clave de sus carteras.
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El mercado ha llegado a un punto de desarrollo en el que todos comprenden los temas principales, por lo que la inversión climática ya no gira en torno a la concienciación o el interés, sino a la ejecución.

Las finanzas climáticas son cada vez más competitivas y complejas. En los primeros años, los inversores a menudo podían generar rentabilidad simplemente siendo conscientes de algunos temas importantes de la transición a una economía de bajas emisiones, como las energías renovables, y apostando por las empresas que estuvieran contribuyendo a su rentabilidad. Sin embargo, el mercado ha evolucionado desde entonces. A medida que se acelera la transformación sostenible de la economía a escala global, las inversiones potenciales han proliferado, como también lo ha hecho el número de inversores que compiten por las mejores oportunidades. Además, la volatilidad del mercado en los últimos años, que ha lastrado muchas estrategias de inversión verde anteriormente exitosas, pone de relieve que la transición será un proceso complejo a largo plazo. Creemos que el éxito en este mercado que va madurando exigirá un enfoque capaz de examinar todas las clases de activos para encontrar inversiones prometedoras alineadas con los objetivos clave de la cartera de los inversores, desde la gestión del riesgo hasta el aprovechamiento de oportunidades.

Hemos pedido a dos de los expertos en inversión sostenible más experimentados de Goldman Sachs Asset Management que compartan sus conocimientos sobre este mercado en rápida evolución. John Goldstein, Global Head of Sustainability and Impact Solutions de nuestro Client Solutions Group, y Letitia Webster, que dirige el departamento de Sostenibilidad en Inversión Privada, asesoran a clientes de todo el mundo sobre cuestiones clave, desde la estrategia de la cartera hasta la implementación. En este artículo, responden a algunas de las preguntas que a menudo les hacen inversores de todo el mundo.

¿Cómo ha cambiado el enfoque de los inversores respecto a las finanzas climáticas en los últimos 15 años?

John Goldstein: En las fases iniciales, las estrategias de inversión climática tendían a centrarse en una sola dimensión. Establecían objetivos y utilizaban datos y métricas, pero muchas de ellas se proponían adecuarse a una etiqueta, ya sea “verde” o “ASG”, y no estaban necesariamente alineadas con la tesis de tener un impacto en el mundo real y una cartera bien equilibrada. Este enfoque también condujo a exposiciones y concentraciones no deseadas porque, en muchos casos, los inversores convergían en sectores con emisiones de carbono considerados más positivos para el medioambiente y se mantenían alejados de industrias donde la reducción del carbono es más difícil y tienen lugar mayores emisiones, como los combustibles fósiles. El resultado fue que infraponderaron la economía real en lugar de pensar en la exposición a todos los mercados y sectores.

Estamos llegando a la versión 2.0 de la inversión climática, que es más sofisticada en términos de tesis, tiene datos y métricas que son realmente adecuados para el propósito vinculado a esa tesis, y tiene una mayor variedad de herramientas de implementación.

Algo de lo que nos hemos dado cuenta es que tal enfoque puede no generar el resultado correcto desde una perspectiva climática. Si se quiere descarbonizar la economía real, es ahí donde debe canalizarse el capital. Otro problema es que muchos inversores pensaban que estaban adoptando una orientación climática, pero en realidad estaban posicionando sus carteras hacia las acciones de crecimiento. Ahora están viendo que este enfoque podría no haber tenido mucho sentido desde el punto de vista financiero, porque aceptar apuestas sectoriales y de estilo inconscientemente no suele ser una buena práctica. Estamos llegando a la versión 2.0 de la inversión climática, que es más sofisticada en términos de tesis, tiene datos y métricas que son realmente adecuados para el propósito vinculado a esa tesis, y tiene una mayor variedad de herramientas de implementación.

Usar el clima como tema de inversión no significa desterrar las reglas de construcción de carteras y gestión del riesgo, es más, es probable que estas se vuelvan más importantes que nunca. En nuestra opinión, algunas partes de la cartera se adaptan mejor a determinados elementos de la inversión climática: algunas son más fáciles de adaptar a la gestión del riesgo climático; otras son más adecuadas para buscar oportunidades de crecimiento temático; y para otras, se trata simplemente de otra herramienta económica: cómo gestionar el riesgo, trabajar en los márgenes, ser más eficiente y eficaz. Creemos que realmente hay que empezar por adoptar un enfoque multiactivo y elegir la herramienta adecuada para la tarea.

¿Cómo ha cambiado la forma de usar los datos, métricas y análisis a medida que ha ido avanzando la inversión climática?

Goldstein: El recorrido de los datos forma parte de una evolución muy saludable que he visto en muchos campos dentro de la inversión sostenible. En muchos casos, el enfoque comenzó siendo una cuestión de asignación de etiquetas, que prácticamente se reducía a una externalización del análisis. Con el tiempo, hemos visto a los inversores empezar a utilizar los datos a su disposición, en constante mejora, para obtener información de inversión procesable, en lugar de simplemente una etiqueta. Esto requiere un enfoque más holístico que no solo sea retroactivo, sino que tenga acceso a más datos en tiempo real y prospectivos. El problema de confiar en datos financieros retrospectivos para evaluar las virtudes de inversión de una empresa es que gran parte del valor de una empresa está en sus perspectivas de crecimiento. La inversión climática no es diferente, y por eso hemos trabajado con empeño para desarrollar formas multidimensionales de analizar los datos que abarcan el pasado, el presente y el futuro, lo que nos permite proporcionar información más completa a nuestros clientes y tomar mejores decisiones de inversión.

Un aspecto notable de la rápida expansión de la inversión climática es la creciente importancia de los mercados privados. ¿Cómo es este desarrollo en el lado privado?

Letitia Webster: Las empresas de capital privado solían esquivar el radar de la sostenibilidad hasta hace cuatro o cinco años, cuando empezaron a sentir la presión de las empresas públicas y el sector bancario. Las empresas están exigiendo una mayor transparencia y seguimiento de aspectos relacionados con el clima por parte sus proveedores, la mayoría de los cuales aún están en manos privadas. Los gestores de activos, que proporcionan gran parte del capital a las empresas privadas, ahora tienen sus propios objetivos climáticos y requisitos de notificación a los que están sujetos, por lo que están animando a estas empresas a intensificar sus ambiciones climáticas.

La interacción con las empresas de la cartera en mercados privados puede ser mucho más práctica que con la inversión en empresas públicas.

En nuestra opinión, esto crea oportunidades de diferenciación en el mercado. Creemos que, cuando las empresas privadas que suministran a empresas públicas se vuelven más sostenibles y proporcionan los datos, la transparencia y el impacto necesarios para apoyar los objetivos de sostenibilidad corporativa, es cuando más probabilidades tienen de convertirse en proveedores preferentes. Vemos que la generación más joven de la fuerza laboral quiere trabajar en empresas que formen parte de la solución. En consecuencia, la contratación y retención de los mejores talentos se convierte en una ventaja competitiva. También observamos que los consumidores más jóvenes compran productos más sostenibles, por lo que las empresas más centradas en la sostenibilidad pueden crear impulso y valor en su negocio.

Nuestro papel en los mercados privados es apoyar a las empresas con herramientas, recursos y experiencia para que puedan mejorar sus prácticas sostenibles con el objetivo de responder a estas oportunidades de mercado. Creemos que esto puede dar lugar a valoraciones más altas en el momento de la desinversión gracias al aumento de la demanda de sus productos.

Los gestores de activos pueden desempeñar un papel importante en el análisis de los mercados, la creación de herramientas innovadoras y la identificación de oportunidades que se ajusten a los objetivos de inversión climática de los clientes. ¿Qué aspectos de este proceso, incluida la relación con los clientes, son específicos de los mercados privados?

Webster: La interacción con las empresas de la cartera en mercados privados puede ser mucho más práctica que con la inversión en empresas públicas. La diligencia debida requiere el compromiso de aprender sobre los matices de los retos ambientales y climáticos dentro de un sector específico y sobre nuevas tecnologías para apoyar una transición sostenible. Esto a menudo requiere meses de trabajo exhaustivo y la interacción con el equipo directivo de las empresas en las que estemos considerando invertir. También nos proponemos comprender de qué forma afectará el cambio climático al negocio a través de riesgos físicos o de transición. Durante el periodo de tenencia, nuestro objetivo es colaborar con las empresas para trabajar en su modelo de negocio, operaciones y productos para apoyarlas en la construcción y el crecimiento de un negocio sostenible y resiliente que gestione de forma responsable los recursos medioambientales y de capital humano. Cuando procede, dedicamos una cantidad significativa de tiempo a comprender los beneficios funcionales, la diferenciación del producto en el mercado y el impacto que tendrá en el avance de la transición a una economía con menos emisiones de carbono.

Tenemos un conjunto diverso de clientes globales, muchos de los cuales buscan activamente invertir en estas soluciones para aprovechar las condiciones favorables del mercado. La colaboración con nuestros clientes para apoyar sus objetivos requiere un alto grado de experiencia en estos mercados a fin de determinar qué tecnologías y equipos directivos tendrán éxito en el mercado y podrán cumplir con nuestros perfiles de rentabilidad.

¿Qué deben tener en cuenta los inversores al embarcarse en el creciente y competitivo mercado de la inversión sostenible? ¿Dónde es probable que se encuentren las mayores oportunidades?

Goldstein: El mercado ha llegado a un punto de desarrollo en el que todos saben cuáles son los temas principales, por lo que la inversión climática ya no gira en torno a la concienciación o el interés, sino a la ejecución. Hay que empezar por comprender en qué punto de la curva de madurez del mercado estás. ¿Estás preparado para asumir los riesgos implícitos de los sectores en fase temprana, que suelen requerir mucho capital, tardan un tiempo en desarrollarse y tienen una tasa de fracaso potencialmente alta? ¿Te comprometes a construir un negocio emergente capaz de originar activos que sean más apreciados y comprendidos por el mercado, lo que le permitirá venderlos potencialmente con un beneficio en el futuro? ¿O estás buscando inversiones en empresas maduras a través de renta fija y crédito privado?

El denominador común para tantos clientes de todo el mundo es la comprensión general de que estos temas se están desarrollando en el mercado, así que, como inversor, ¿qué hago?

Un segundo punto a tener en cuenta es que los líderes de la sostenibilidad de hoy en día pueden disfrutar de una sólida valoración, pero si puedes encontrar o crear los líderes del mañana, las empresas que pasarán de gris a verde, puede generarse un aumento de valor real desde una perspectiva financiera y de impacto climático. Muchas de estas empresas pueden ser empresas industriales más tradicionales en sectores que requieren mucho capital, y esa transición es la que realmente va a liberar valor potencial.

¿Qué otros tipos de oportunidades pueden encontrar los inversores en la transición de gris a verde?

Webster: Las soluciones en las que invertimos en el sector privado han sido desarrolladas principalmente por empresas en nichos de mercado únicos. No se convertirán necesariamente en empresas de la lista Fortune 500, pero se integrarán en las cadenas de suministro de las grandes corporaciones para hacerlas más sostenibles y facilitar su transición. Las empresas se han fijado ambiciosos objetivos de sostenibilidad y necesitan soluciones que les ayuden a lograrlos. Entender qué herramientas usar para alcanzar estos objetivos de sostenibilidad en todos los sectores ofrece una amplia gama de soluciones. Un enfoque es centrarse en soluciones amplias que se puedan integrar en una amplia variedad de productos como los biopolímeros, que están hechos de fuentes renovables y tienen un amplia variedad de usos, como, por ejemplo, como alternativa ecológica a los plásticos tradicionales en embalajes o en la fabricación de pantalones de yoga.

También nos fijamos en los sectores de altas emisiones para comprender sus puntos débiles en la transición y determinar qué soluciones serán necesarias para que se descarbonicen y luego profundizar en ese tema. Por ejemplo, sabemos que la red de suministros públicos se enfrenta al desafío de la transición a la energía renovable. Las soluciones que aumenten la potencia general de la red y reduzcan los costes serán esenciales en la transición a la energía limpia. Estamos invirtiendo en plataformas de almacenamiento de energía de corta y larga duración, así como en inversores de corriente, que son un componente crítico para proyectos de almacenamiento en baterías, de energía eólica y solar al conectar y permitir la interacción entre el activo que produce energía y la red eléctrica.

¿Cómo ha cambiado la situación de la inversión en empresas en fase inicial?

Webster: Hace diez años, solo veíamos señales esporádicas de demanda del mercado para diferentes tipos de soluciones, como el algodón orgánico y los vehículos eléctricos. Lo único que realmente había madurado era principalmente la energía renovable, concretamente, la eólica y la solar. La inversión en la mayoría de los desarrolladores de soluciones se produjo en una fase temprana, lo que implicaba una cantidad considerable de capital inicial y riesgo, y muchas empresas nunca llegaron a la fase de crecimiento.

Ahora las empresas y el mercado están madurando. A medida que las tecnologías se vuelven más sofisticadas y rentables, y existe una demanda más consistente y fiable que los inversores pueden predecir y planificar, se convierten en candidatos para un mayor respaldo de capital institucional con compromisos de inversión más grandes. En los lugares en los que anteriormente estábamos considerando inversiones de pocas decenas de millones de dólares, ahora invertimos cientos de millones, reconociendo el potencial de crecimiento de estas empresas con productos sostenibles.

Para concluir, ¿cuál dirías que es la principal pregunta que se hacen los clientes sobre la inversión climática en 2023?

Goldstein: El denominador común para tantos clientes de todo el mundo es la comprensión general de que estos temas se están desarrollando en el mercado, así que, como inversor, ¿qué hago? Esa pregunta abarca todo, desde la implementación de una estrategia multiactivo hasta implementaciones específicas en mercados públicos o privados. ¿Cómo pienso en esto con una claridad real basada en una tesis sobre cómo afectará esto a los mercados y a la economía en los próximos años y décadas? La respuesta a esa pregunta es precisamente la base de la acción.

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