Fuerzas de cambio: invertir en un mundo marcado por factores cíclicos y estructurales

31 de octubre de 2023 | 6 minutos de lectura
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Neill Nuttall
Co-CIO of Multi-Asset Solutions
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Alexandra Wilson-Elizondo
Co-CIO of Multi-Asset Solutions
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Amy Yifan Zhou
Multi-Asset Solutions
Perspectives
Esta publicación forma parte de nuestra serie Perspectives
Puntos clave
1
Una combinación de fluctuaciones cíclicas y fuerzas estructurales están impulsando las economías y los mercados. Estos factores pueden servir como puntos de referencia importantes para encauzar las decisiones de inversión.
2
Para garantizar el éxito a largo plazo, se observan oportunidades para que los inversores posicionen sus carteras correctamente frente a cambios estructurales, lo que incluye un nivel medio de tipos de interés más alto durante los próximos ciclos económicos, así como megatendencias disruptivas.
3
Es poco probable que la evolución hacia un nuevo paradigma estructural se produzca en línea recta. En nuestra opinión, se necesitará flexibilidad de inversión y un mayor enfoque en el riesgo en un entorno dinámico.

Las fluctuaciones cíclicas y las fuerzas estructurales están cambiando la economía, los mercados y el modo en que invertimos. En el simposio de Jackson Hole de este año, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, señaló que se requieren elementos de claridad, flexibilidad y humildad para una sólida formulación de políticas en una era de cambios y pausas.1 Creemos que estos principios también son la clave para una gestión prudente de las inversiones en un mundo altamente dinámico. Los cambios de paradigma a largo plazo, como los tipos de interés estructuralmente más elevados y las megatendencias disruptivas, pueden requerir una reevaluación de los temas de la cartera y de la asignación de activos. Las fluctuaciones a corto plazo durante el ciclo económico pueden requerir acciones ágiles para capturar oportunidades. Identificar estas fuerzas puede proporcionar a los inversores importantes puntos de referencia para guiar sus decisiones y posicionarlos para el éxito. 

Perspectivas cíclicas, estructurales y a largo plazo

Un posible punto de partida para los inversores es considerar las perspectivas de la política monetaria. Se considera “neutral” y, por lo tanto, no estimula ni restringe la economía, cuando el tipo oficial está alineado con la suma del objetivo de inflación y la denominada “R-star”, el tipo de interés real natural. Según el modelo Holston-Laubach-Williams del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, se estima que la tasa R-star en EE. UU. ronda actualmente el 0,5 %, en comparación con casi el 4 % en el año 2000 y con el porcentaje de la década de 1960, cuando dicha tasa fue incluso más alta. Otros estudios también han descubierto una tendencia a la baja similar en las últimas décadas.2 Esto puede haberse debido a factores estructurales como el envejecimiento demográfico, un exceso de ahorro global, descensos de la productividad, etc. Aunque es difícil indicar hacia dónde se dirige la R-star, creemos que vale la pena señalar algunos cambios en estos factores.

Esperamos que los niveles más elevados de déficit fiscal y deuda pública, incluida la deuda nacional estadounidense, den lugar a un aumento de la demanda de ahorro y, posiblemente, a tipos de interés más elevados. La digitalización de más actividades en todos los sectores y la aparición de la inteligencia artificial (IA) generativa también tiene el potencial de aumentar la productividad. Cuando se combina con las tendencias de desglobalización, se genera una dinámica diferente a la de las últimas décadas para los bancos centrales. Estos cambios estructurales sugieren que es posible que el nivel medio de los tipos de interés aumente durante los próximos ciclos económicos, lo que tiene posibles repercusiones para las carteras de renta variable y bonos. 

En comparación con las últimas décadas, puede haber cambios en los factores estructurales que impulsan el tipo de interés real natural de Estados Unidos (la denominada “R-Star”)Tipo de interés real natural de EE. UU.

Fuente: Banco de la Reserva Federal de Nueva York, Haver Analytics. Datos del T1 de 1961 al T2 de 2023. Las áreas sombreadas indican periodos designados como recesiones por la Oficina Nacional de Investigación Económica. 

Los tipos de interés estructuralmente más elevados, los efectos negativos de la inflación persistente y los elevados niveles de deuda podrían pesar sobre el crecimiento económico estadounidense a largo plazo. Además, los estudios académicos presentados en la reunión de Jackson Hole sugieren que los factores que pueden haber contribuido al crecimiento en las últimas décadas, como una mayor tasa de inversión en ideas y aumentos sustanciales del nivel educativo, podrían ser difíciles de mantener.3 Esto sugiere que las tasas de crecimiento pueden ralentizarse en el futuro. Por otro lado, los cambios subyacentes en la composición sectorial (p. ej., más servicios, menos fabricación) y una alta proporción de deuda a tipo fijo en el mercado inmobiliario estadounidense implican que la economía estadounidense puede haberse vuelto más resiliente a tipos de interés más elevados. Además, factores cíclicos como la relajación de la presión en las cadenas de suministro y la reducción de existencias han sido parte de la renormalización después de la pandemia. Estos factores pueden contribuir a un aumento de las actividades y prolongar el actual ciclo económico tardío. Esto hace que las perspectivas de crecimiento sean aún más inciertas, ya que los factores cíclicos y estructurales se compensan parcialmente entre sí, al menos a corto plazo.

Japón demuestra que las tendencias estructurales no siempre tienen que ser globales. El país se encuentra en la cúspide de un nuevo amanecer económico caracterizado por un ciclo desconocido, pero deseable, de subidas de precios y crecimiento salarial. El decrecimiento y el envejecimiento de la población japonesa pueden causar inflación o deflación en los próximos años. El resultado debe depender de la capacidad del país para mejorar la tasa de empleo y de la interacción de los datos demográficos con otras fuerzas estructurales como la desglobalización y la digitalización. También esperamos que las reformas de Japón en materia de gobierno corporativo creen ganadores y perdedores a largo plazo, ya que algunas empresas las utilizan como canal para lograr el crecimiento, mientras que otras no pueden seguir el ritmo. Creemos que los inversores que se centran en los ganadores del crecimiento secular comprometidos con las reformas pueden acabar en el lado correcto del cambio.

La descarbonización es otra tendencia estructural que no solo afecta a las economías e industrias, sino también a la salud futura del planeta. La transformación sostenible crea nuevos riesgos y oportunidades para los inversores. Los incentivos a la energía limpia de la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos (Inflation Reduction Act, IRA) han animado a las empresas a anunciar una amplia variedad de inversiones, que ampliarán en el futuro.4 Al otro lado del Atlántico, el plan RePowerEU de la Unión Europea está ayudando a catalizar las inversiones en energía limpia y diversificar los suministros de energía del bloque. Otros mercados, como China e India, podrían fortalecer los incentivos climáticos existentes en el futuro. Un entorno geopolítico menos predecible, pero más competitivo, también puede requerir un enfoque en las fluctuaciones a corto plazo de las políticas climáticas a nivel mundial y en los posibles impactos en los precios de las materias primas.

Repercusiones para la inversión

Un mundo de tipos de interés potencialmente más elevados y de crecimiento más lento puede requerir que se reevalúen las presunciones a largo plazo del mercado de capitales, lo que podría conducir a cambios en la asignación de activos a largo plazo. Es poco probable que la evolución hacia un nuevo paradigma estructural sea una línea recta. Por ejemplo, con el aumento de los tipos, las preocupaciones sobre la sostenibilidad futura de los regímenes fiscales siguen creciendo. Las empresas se enfrentan a un mayor coste de capital, de modo que aquellas con balances más débiles son potencialmente más vulnerables a los impagos. Las oportunidades de generación de alfa en los mercados públicos no solo pueden volverse más globales, sino también más ascendentes y determinadas por la rentabilidad. Los tipos de interés estructuralmente más elevados también tienen el potencial de alterar la dinámica del mercado privado. Los rendimientos del crédito privado han sido cada vez más atractivos y el private equity está evolucionando con palancas de creación de valor operativo preparadas para convertirse potencialmente en los principales determinantes del éxito en el nuevo marco.

A medida que los inversores recalibran las carteras en un entorno de tipos de interés estructuralmente más elevados, creemos que estar posicionados en el lado correcto de potentes megatendencias puede dar sus frutos a largo plazo. Sin embargo, aprovechar las mejores oportunidades puede requerir una comprensión de las complejidades asociadas con temas de crecimiento secular y ciertos sectores, como los impactos potencialmente transformadores de la IA en la atención sanitaria y las ciencias biológicas. Centrarse en matices de mercados y países específicos también puede revelar oportunidades a largo plazo. Por ejemplo, esperamos que la revitalizada economía de Japón y las reformas en materia de gobierno corporativo creen ganadores y perdedores en los próximos años. Pueden surgir otras oportunidades en el sector inmobiliario comercial, ya que algunos activos parecen posicionados para capitalizar potencialmente el cambio de las tendencias demográficas y de sostenibilidad, mientras que otros activos se quedan atrás.

En un mundo incierto de cambios cíclicos y estructurales, es posible que también sea el momento de cambiar las estrategias de inversión. En nuestra opinión, un entorno de desviación, diferenciación y volatilidad puede requerir un enfoque de inversión más activo y diversificado tanto en los mercados públicos como en los privados. El éxito a largo plazo puede depender de una mezcla de creatividad y valentía para mirar más allá de lo convencional, pero también de una profunda experiencia obtenida a lo largo de ciclos de mercado anteriores. Coincidimos con la analogía del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, de “estamos navegando guiados por las estrellas bajo un cielo nublado”.5 Predecir con precisión lo que está por venir no es realista en un mundo dinámico. Es importante contemplar una gama diversa de escenarios futuros y crear un conjunto ampliado de instrumentos y herramientas para ayudar a gestionar los riesgos y aprovechar las oportunidades.

 

1 Banco Central Europeo. A 25 de agosto de 2023.

2 Fondo Monetario Internacional. Perspectivas de la Economía Mundial. A 11 de abril de 2023.

3 The Outlook for Long-Term Economic Growth, Charles I. Jones. A 29 de agosto de 2023.

4 Departamento del Tesoro de Estados Unidos. La Ley de Reducción de la Inflación (Inflation Reduction Act, IRA) está concebida para movilizar capital privado con el fin de alcanzar los objetivos climáticos de Estados Unidos y fortalecer el crecimiento a largo plazo. A 16 de agosto de 2023.

5 Reserva Federal de Estados Unidos. A 25 de agosto de 2023.

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