La sostenibilidad está transformando la economía y creando oportunidades para los inversores
La transición climática y la ambición de crear una sociedad más inclusiva están transformando la economía mundial. Si hemos aprendido algo del año pasado, es que el proceso va a ser impredecible.
Durante la década anterior a 2022 se inició una rápida expansión del tema de la inversión sostenible, impulsada por el aumento de la demanda de los inversores y los numerosos compromisos de Gobiernos y empresas para abordar los desafíos del cambio climático y la desigualdad social. La volatilidad del mercado del año pasado fue un golpe de realidad, ya que el aumento del coste de vida y las preocupaciones sobre el suministro de energía se agravaron con la guerra en Ucrania y desviaron la atención hacia problemas económicos inmediatos.
Sin embargo, aunque 2022 puede haber puesto fin a la luna de miel con la inversión sostenible, no ha hecho descarrilar la reestructuración económica subyacente. De hecho, la transición a la sostenibilidad podría verse acelerada por factores como la crisis energética del año pasado, que puso de relieve la necesidad de conseguir gas natural de proveedores alternativos, al tiempo que se aumenta la ambición por las energías renovables. En este sentido, algunos países han establecido objetivos de cero emisiones netas para sus sistemas de energía. Para los inversores, comprender este proceso será esencial para gestionar sus activos de forma eficaz en los próximos años.
Unidos para impulsar la transición sostenible
Dado que el cambio climático sigue afectando a las economías, empresas y comunidades de todo el mundo, la transición a una economía de bajas emisiones de carbono es más importante que nunca. Este impulso de descarbonización requerirá cambios transformadores en toda la economía, especialmente en sectores de altas emisiones como la agricultura, la construcción, la industria pesada y el transporte, a través de un esfuerzo coordinado que incluye políticas públicas de apoyo y rápidos avances tecnológicos.
La transformación de la economía no es un objetivo lejano; está sucediendo ahora. Estamos inmersos en uno de los mayores cambios macroeconómicos seculares que se recuerdan, motivado por un consenso global sobre la necesidad de abordar el cambio climático y la desigualdad social que se ha recogido en documentos históricos como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.1
La remodelación de la economía requerirá la inversión en empresas y sus cadenas de valor en todos los sectores, no solo en aquellos con vínculos obvios con temas de sostenibilidad como la energía renovable. Después de todo, la complejidad y la escala de este cambio sistémico requieren soluciones holísticas y escalables. La descarbonización del transporte, los edificios y la industria, por ejemplo, dependerán de un ecosistema complejo de tecnologías de bajas emisiones de carbono que incluyen el almacenamiento de energía y la captura de carbono junto con el acceso a energía limpia.
Para que todo esto suceda, la movilización del capital a escala será fundamental, y se necesitan grandes volúmenes de inversión. Goldman Sachs Global Investment Research calcula que el coste de descarbonizar el 75 % de la economía mundial asciende ahora a 3,1 billones de USD al año.2 Los objetivos clave relacionados también tendrán un coste, y la inversión actual satisface solo una fracción de las necesidades anuales. El déficit de financiación para proteger la biodiversidad, por ejemplo, asciende a 700 000 millones de USD al año, según un acuerdo clave de la ONU firmado en diciembre de 2022.3
Golpe de realidad para la inversión sostenible
La inversión sostenible se ha expandido rápidamente en las últimas dos décadas, impulsada por los crecientes compromisos de los Gobiernos, las empresas y los gestores de activos para apoyar la transición. Esta expansión se puede ver en el creciente volumen de activos gestionados por los signatarios de los Principios para la Inversión Responsable (PIR), una iniciativa del sector financiero que ayuda a las empresas a integrar los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) en sus decisiones de inversión y propiedad. Los aproximadamente 4 000 signatarios de los PIR representaban más de 120 billones de USD en activos a finales de 2021, frente a los 10 billones de 2007.4 Goldman Sachs Asset Management es signatario de los PIR.
Tras años de condiciones de mercado favorables para la inversión sostenible, en 2022 se vivió una conmoción. La volatilidad del mercado y el aumento del precio de la energía a causa de las preocupaciones sobre la oferta y la seguridad exacerbadas por el conflicto en Ucrania dieron un impulso a empresas como los productores de energía tradicionales que muchos inversores centrados en la sostenibilidad habían omitido normalmente en sus carteras. Esta coyuntura supuso un lastre para las estrategias ASG, como se refleja en el bajo rendimiento de los cinco principales índices bursátiles ASG de MSCI en comparación con el mercado en general.5 MSCI atribuyó el bajo rendimiento de sus índices ASG principalmente al sólido rendimiento del sector energético y a un repunte de las acciones de valor ante las presiones inflacionistas del año pasado y el agresivo endurecimiento de la política monetaria por parte de los bancos centrales.6
Aunque 2022 fue un año difícil para las estrategias de inversión sostenible, la agitación del mercado no socavó la importancia a largo plazo de los factores ASG para el rendimiento de las empresas cotizadas. En un informe publicado en diciembre del año pasado, Goldman Sachs Global Investment Research mostró que las acciones con una puntuación más alta en criterios ambientales y sociales obtuvieron mejores resultados que las acciones con una puntuación más baja en los primeros 11 meses de 2022. Esto continuó una tendencia que se remonta a más de una década atrás: en un estudio de principios de 2012, el grupo de empresas con menor ranking basado en criterios ambientales y sociales quedó constantemente por detrás de los grupos con mayor ranking.7
Los altibajos en inversión ASG pueden ampliar las oportunidades
Creemos que las consecuencias estratégicas de 2022 potencialmente apoyarán la transformación de la economía mundial y abrirán oportunidades de inversión más amplias. El caso de inversión en sostenibilidad sigue siendo sólido, ya que está respaldado en primer lugar por la resiliente demanda de los inversores. El flujo de capital inversor hacia fondos de inversión sostenible lo demuestra claramente: aunque estas entradas del año pasado estuvieron muy por debajo de los máximos observados durante la pandemia, se mantuvieron positivas a pesar de la conmoción en el mercado. Por el contrario, los fondos sin ASG registraron flujos de salida a lo largo de 2022.8
Fuente: Morningstar, Goldman Sachs Global Investment Research. Diciembre de 2022.
La determinación mundial para alcanzar los objetivos clave de sostenibilidad también sigue siendo sólida. Las empresas han mantenido su compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en línea con el objetivo general de lograr cero emisiones netas para 2050. Los Gobiernos de todo el mundo también están ampliando sus compromisos con la agenda de cero emisiones netas. En el asunto crítico de la financiación necesaria para las iniciativas de mitigación y adaptación, los líderes en la conferencia global sobre el clima de la COP27 en Egipto en noviembre de 2022 acordaron establecer un fondo de pérdidas y daños para apoyar a los países más vulnerables al impacto del cambio climático.9
Los retos de 2022, en particular los problemas de seguridad energética en las principales economías europeas, también intensificarán el sentido de urgencia para lograr los objetivos de sostenibilidad globales, y esto podría acelerar la transición energética al impulsar los esfuerzos para desarrollar e implementar alternativas sostenibles a los combustibles fósiles. A pesar de algunos contratiempos a corto plazo causados por la crisis energética, como el aumento de la dependencia del carbón en 2022,10 creemos que la conmoción del año pasado ha fortalecido los incentivos a largo plazo para avanzar en el cambio a las energías renovables y el aumento de la electrificación.
Creación de los incentivos adecuados
El éxito de la transición requerirá un rápido aumento de la inversión. Por ejemplo, los casi 190 países que firmaron el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal de referencia de la ONU en diciembre tienen como objetivo movilizar al menos 200 000 millones de USD al año en financiación relacionada con la biodiversidad de fuentes públicas y privadas.11 Para reunir capital privado a esta escala, las políticas públicas deben crear los incentivos adecuados, especialmente en sectores de altas emisiones y difíciles de descarbonizar como la industria, el transporte, la energía, los productos químicos y la construcción.
Hay evidencias recientes que demuestran que los legisladores han recibido el mensaje. En 2022, EE. UU. finalizó la Ley de Reducción de la Inflación (Inflation Reduction Act, IRA), que incluye medidas relacionadas con el clima diseñadas para acelerar la transición a una economía de energía limpia. La Ley está dotada con más de 390 000 millones de USD en ayudas federales a iniciativas climáticas y energéticas durante 10 años, de los cuales alrededor de 270 000 millones de USD corresponden a incentivos fiscales progresivos, un nivel de gasto que podría impulsar la competitividad de EE. UU. en energía limpia. Según Goldman Sachs Global Investment Research, este gasto tendría el mayor efecto transformador en almacenamiento de baterías, hidrógeno, captura de carbono y eficiencia energética.12
Fuente: Tesoro de EE. UU., Oficina de Presupuesto del Congreso, Goldman Sachs Global Investment Research. A 3 de enero de 2023. Las previsiones económicas y de mercado que aquí se presentan han sido generadas a efectos informativos en la fecha de esta presentación. No puede garantizarse que se vayan a alcanzar dichas previsiones.
El impacto de la Ley de Reducción de la Inflación también se sentirá fuera de EE. UU., incluida la Unión Europea, que desde hace mucho tiempo ha sido líder en la promoción del desarrollo de soluciones sostenibles a través de iniciativas amplias como el Pacto Verde Europeo, que establece la estrategia del bloque para alcanzar cero emisiones netas de GEI para 2050. En febrero de 2023, unos meses después de que se promulgara la ley estadounidense en Washington, los responsables políticos de la UE revelaron su Plan Industrial del Pacto Verde para aumentar la competitividad de la industria europea de cero emisiones netas y acelerar la transición a la neutralidad climática. El plan prevé la inversión en sectores estratégicos con cero emisiones netas, incluso a través de beneficios fiscales.13
Otros países también están implementando inversiones e incentivos en esta carrera para dar forma al futuro de la energía limpia. China ha realizado grandes inversiones en cadenas de suministro de energía limpia y actualmente domina la fabricación y el comercio de la mayoría de las tecnologías de energía limpia, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).14 El Gobierno de la India lanzó recientemente una serie de iniciativas para estimular el desarrollo de tecnologías de energía renovable en virtud de su Plan de Incentivos Vinculados a la Producción.15
Encontrar oportunidades de inversión transformadoras
Creemos que las empresas que realicen la transición con éxito estarán mejor posicionadas para prosperar en la nueva economía sostenible. Para los inversores, esta no es una apuesta de impacto, sino conocer el rumbo que toma la economía. Por lo tanto, las inversiones que ayudan a acelerar la transición tienen el potencial de proporcionar rentabilidades financieras atractivas. La misión de los inversores es ser los más inteligentes a la hora de detectar oportunidades en medio de la turbulencia.
Los proveedores de soluciones verdes son esenciales para el desarrollo de soluciones que faciliten la transformación. La AIE destaca la escala de innovación necesaria en un informe sobre cómo alcanzar el cero neto para 2050. Aunque la mayoría de las reducciones globales en las emisiones de GEI necesarias hasta 2030 se pueden lograr con tecnologías que están disponibles en la actualidad, en 2050 casi la mitad de las reducciones provendrán de tecnologías que actualmente están en la fase de demostración o prototipo.16
Sin embargo, las empresas de soluciones verdes no pueden hacerlo solas. En el día a dia, dependemos de una enorme gama de productos de las industrias tradicionales, y es probable que las grandes oportunidades de inversión se encuentren en estos sectores, que son los que deben afrontar los mayores desafíos. Si empresas como los productores de energía y materiales de construcción manejan bien la transición, pueden convertirse en líderes de la economía sostenible, ganando cuota de mercado y mejorando sus modelos de negocio y estructuras de costes. Los líderes de estos sectores crearán productos integrados que tengan en cuenta las consideraciones ASG. Para encontrarlos, los inversores sostenibles tendrán que ampliar su alcance.
Muchas estrategias de inversión ASG tienen un sesgo hacia modelos de negocio sostenibles muy específicos. Después de todo, es una tarea relativamente sencilla crear una cartera con bajas emisiones de carbono invirtiendo en empresas de bajas emisiones, aunque algunas de ellas solo tengan una relevancia marginal para la transición energética. Esta tendencia a mantener menos acciones de sectores de altas emisiones crea una oportunidad para estrategias de inversión centradas en la transformación de la industria pesada y los sectores de altas emisiones de GEI donde el potencial de impacto en el mundo real es mayor.
Fuente: Morningstar, Refinitiv Eikon, Goldman Sachs Asset Management. A 3 de enero de 2023
De hecho, estamos viendo un número cada vez mayor de fondos de transición y “mejora” que proporcionan incentivos financieros y de capital a los líderes de industrias con altas emisiones para intensificar sus esfuerzos de descarbonización.17 Dado que nuestra sociedad y la economía mundial seguirán dependiendo de estas industrias en un futuro sostenible, la transformación sostenible de todo el sistema necesita que los mercados de capitales e inversores globales proporcionen apoyo tanto a los catalizadores verdes puros como a los líderes de la transición en industrias con altas emisiones de carbono.
La economía mundial está cambiando rápidamente, impulsada por un cambio de régimen a largo plazo en torno a la sostenibilidad. Esto crea nuevos riesgos y nuevas oportunidades para los inversores. Incorporar un enfoque transformador y con visión de futuro en las decisiones de inversión y los productos financieros será crucial para la rentabilidad de la inversión futura y la gestión prudente del riesgo. Este enfoque tiene el potencial de generar rentabilidades sólidas y contribuir positivamente a la transformación de la economía. Al guiar a los inversores y a las empresas en las que invierten en sus objetivos de sostenibilidad, este enfoque también puede tener un mayor impacto para la sociedad.
1 Los ODS constituyen un plan de acción global a 15 años para proteger el medioambiente, acabar con la pobreza y reducir la desigualdad.
2 “Economía del carbono: alcanzar las cero emisiones netas”, Goldman Sachs Global Investment Research. A 29 de noviembre de 2022.
3 “COP15: “Nations Adopt Four Goals, 23 Targets for 2030 In Landmark UN Biodiversity Agreement”, Convenio sobre la Diversidad Biológica. A 19 de diciembre de 2022.
4 “Acerca del PRI”, sitio web de PRI. A 27 de febrero de 2023.
5 “The Performance of ESG Indexes: Year in Review,” MSCI. A 31 de enero de 2023. El mercado en su conjunto está representado en esta comparación por el principal índice global de MSCI, el MSCI ACWI. MSCI explica en el informe que sus índices ASG históricamente tenían asignaciones relativas más bajas al sector energético y asignaciones más altas a tecnologías de la información. Estas asignaciones contribuyeron a la rentabilidad superior de los índices ASG en la década anterior a 2022, pero esto no fue así el año pasado.
6 Las estrategias de inversión “growth” se centran en los beneficios futuros de las empresas y el potencial de superar al mercado con el tiempo, mientras que las estrategias “value” buscan empresas que actualmente cotizan por debajo de su valor fundamental. La inversión growth a menudo está estrechamente vinculada con el rendimiento ASG y de sostenibilidad.
7 “The PM’s Guide to the ESG Revolution IV: The Way Forward”, GS Sustain. A 15 de diciembre de 2022.
8 “Global Sustainable Fund Flows: 4Q 2022 in Review”, Morningstar. A 26 de enero de 2023.
9 “La COP27 finaliza con el anuncio del fondo histórico de pérdidas y daños”, comunicado de prensa del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. A 22 de noviembre de 2022.
10 “The world’s coal consumption is set to reach a new high in 2022 as the energy crisis shakes markets”, Agencia Internacional de la Energía. A 16 de diciembre de 2022.
11 Nota de prensa: “Nations Adopt Four Goals, 23 Targets for 2030 In Landmark UN Biodiversity Agreement”, Naciones Unidas. A 19 de diciembre de 2022.
12“10 predicciones para la inversión sostenible en 2023”, GS Sustain. A 3 de enero de 2023.
13“Plan Industrial del Pacto Verde: liderazgo de la industria europea con cero emisiones netas”, comunicado de prensa de la Comisión Europea. A 1 de febrero de 2023.
14“Perspectivas sobre tecnología energética 2023,” AIE. A 12 de enero de 2023.
15“Government incentivizes local development and manufacturing of renewable energy technologies”, comunicado de prensa del Ministerio de Energías Nuevas y Renovables. A 22 de marzo de 2022.
16“Cero neto para 2050, una hoja de ruta para el sector energético global”, AIE. Mayo de 2021.
17“10 predicciones para la inversión sostenible en 2023”, GS Sustain. A 3 de enero de 2023.