Invertir el Dinero Donde Está el Carbono: Inversión Climática en la Economía Real
La transición a una economía de bajas emisiones de carbono es mucho más que molinos de viento y paneles solares. El desarrollo de fuentes de energía limpias y renovables es clave para poner a la economía global en el camino hacia el crecimiento sostenible, pero esto es solo una parte de la solución. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el calentamiento global también requerirá la participación de las empresas con más emisiones en la actualidad y la transformación de los sectores en los que es más difícil reducir las emisiones más allá de la energía, incluida la agricultura, los edificios, la industria pesada y el transporte.1
Los inversores son cada vez más conscientes de que la descarbonización de la economía real requerirá destinar capital a sectores con mayores emisiones, como los productores de cemento, productos químicos y acero. Este supone un cambio respecto al comienzo de la inversión sostenible, cuando muchos inversores se centraron en sectores con menores emisiones de carbono que se consideraran más positivos para el medioambiente. Esto representa una evolución en el crecimiento de las estrategias prospectivas de “transición” y “mejora”, que tienden a invertir más en empresas que se espera que mejoren sus operaciones y productos en relación con las métricas ambientales, sociales y de gobierno corporativo. Si bien los fondos de esta categoría representan actualmente una pequeña parte de los activos bajo gestión de los fondos ASG en general, están bien posicionados para experimentar un mayor crecimiento, según Goldman Sachs Global Investment Research.2
La identificación de oportunidades de inversión en la transición a bajas emisiones de carbono, especialmente en industrias en las que dicha transición resulta más difícil, requerirá separar los indicadores que revelan el progreso de las empresas en áreas clave, como la eficiencia del carbono, del ruido de datos no relacionados. Para descubrir a los líderes de la transición sostenible, los inversores pueden recurrir a un enfoque prospectivo que tenga en cuenta factores como las ambiciones de sostenibilidad a largo plazo de las empresas, las fuentes de ingresos, los planes de asignación de capital y la alineación de los gastos con los objetivos de sostenibilidad. Si bien las empresas de alta emisión con planes de transición creíbles presentan la mayor oportunidad para la reducción del carbono, los inversores deben ser conscientes de que invertir en ellas puede aumentar la huella de carbono de sus carteras a corto plazo.
Dada la complejidad de la transición a una economía con bajas emisiones de carbono, creemos que la mejor manera de aprovechar las oportunidades en los mercados públicos y privados es adoptar un enfoque flexible y de múltiples clases de activos que contemple todas las cadenas de valor. Este enfoque puede complementar las asignaciones a proveedores de soluciones ecológicas, ya que estas pequeñas y medianas empresas, muchas de las cuales aún son de propiedad privadas, pueden convertirse en los proveedores principales de las corporaciones de muy alta emisión que busquen cumplir con sus propios planes de reducción de emisiones.
Identificación de Oportunidades
Entender la economía de la transición a bajas emisiones de carbono será importante para capitalizar las oportunidades de inversión que dicha transición crea. No será suficiente centrarse en designaciones como “verde” o “sostenible”. Los inversores necesitarán un profundo conocimiento de los mercados clave para detectar la demanda por parte de empresas y gobiernos de nuevas soluciones climáticas, así como las respuestas por parte de los emprendedores que las desarrollan. Dada la naturaleza sistémica de la transición, podrían surgir oportunidades de inversión en varias regiones y sectores, así como en muchos puntos de la cadena de suministro, desde empresas emergentes hasta corporaciones internacionales. Encontrar las mejores oportunidades implicará determinar cuándo una tecnología está lista para implementarse, qué se necesita para ampliar su escala y la economía unitaria necesaria para fomentar su adopción.
La respuesta climática actual por parte de los gobiernos, las empresas y los inversores de todo el mundo se centra mayormente en mitigar el impacto de la actividad humana en el medioambiente mediante la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y el encauzamiento del mundo para alcanzar las cero emisiones netas para 2050. Estos esfuerzos de mitigación lo abarcan todo, desde energía renovable y vehículos eléctricos hasta consumo sostenible y gestión de residuos.
Recientemente, la atención ha empezado a centrarse en ayudar a las empresas y comunidades a adaptarse al cambio climático y mejorar su resiliencia. Según Goldman Sachs Global Investment Research, esto podría llevar a los inversores a buscar oportunidades en las que convergen la mitigación y la adaptación en áreas como la gestión de la biodiversidad, las infraestructuras y la economía circular.3
Invertir en las Intersecciones
El auge de la inteligencia artificial (IA) y la transición a la energía limpia son dos de las principales fuerzas que determinarán la economía global en los próximos años. También demuestran cómo los inversores pueden encontrar oportunidades estudiando sectores con altas emisiones de carbono para entender los puntos débiles con los que lidian al intentar reducir su intensidad de carbono. Esta comprensión puede ayudar a identificar a las empresas que consiguen un progreso real mediante planes de descarbonización creíbles y las soluciones que necesitarán para lograr sus objetivos.
La IA depende de un suministro de energía constante y abundante. Por ejemplo, el procesamiento de una consulta de ChatGPT consume mucha más energía que una búsqueda de Google. Para 2030, este simple hecho y la rápida expansión esperada de la IA generativa contribuirán a un aumento del 160 % en la demanda de energía de los centros de datos que procesan todas esas solicitudes.4 Como resultado, el suministro disponible de energía suficiente podría convertirse en una restricción en la revolución de la IA, lo que afectaría a las empresas en toda la cadena de valor, desde startups innovadoras hasta gigantes tecnológicos globales.
Una forma de aliviar este problema es aumentar la eficiencia energética de los centros de datos. Empresas tanto públicas como privadas han estado desarrollando soluciones para abordar este problema durante años, incluidos sistemas de control integrados que optimizan la energía utilizada para mantener frescos los centros de datos, mejorar su resiliencia y reducir la vulnerabilidad a tiempos de inactividad no planificados. Este tipo de soluciones son críticas, ya que cuando los chips de IA están en funcionamiento, se recupera la mayor parte del coste de la gestión de un centro de datos. Sin embargo, cuando estos chips no se utilizan lo suficiente, el tiempo de inactividad puede resultar incluso más caro para los operadores que los aumentos pronunciados del precio de la energía.5
Desarrollo de Soluciones Circulares
La gestión de residuos es otro desafío complejo al que se enfrentan casi todos los sectores de la economía, incluida la agricultura, la construcción, la industria, el comercio y la atención sanitaria.6 Los residuos suponen una triple amenaza medioambiental: contaminación, pérdida de biodiversidad y emisiones de gases de efecto invernadero. Las Naciones Unidas han advertido que la inacción en la gestión de residuos conlleva un alto precio para la salud humana, la economía y el medioambiente. La organización ha hecho un llamamiento a la ampliación de soluciones de prevención y gestión de residuos, así como un enfoque de economía circular que tenga como objetivo minimizar los residuos y contribuir al uso sostenible de los recursos naturales.7
Cada vez más empresas buscan soluciones circulares en las que converjan los residuos y la energía. La conversión de los residuos en “biogás” o gas natural renovable ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de los vertederos y proporciona una fuente renovable de energía para las empresas y los hogares. Este tipo de soluciones está impulsando la expansión del mercado, y se espera que la producción de biogás aumente en un 32 % durante el periodo de cinco años hasta 2028.8 Este crecimiento crea oportunidades de inversión en los proveedores de soluciones, así como en las corporaciones que las adoptan para reducir sus propias emisiones de carbono.
La digestión anaeróbica, en la que las bacterias descomponen la materia orgánica en ausencia de oxígeno, es otra tecnología circular ampliamente utilizada que convierte los residuos orgánicos en biogás. Este proceso natural genera metano, un potente gas de efecto invernadero responsable de al menos una cuarta parte del calentamiento global actual.9 Al convertir los residuos orgánicos en “reactores” cerrados, las empresas mantienen el metano fuera de los vertederos y capturan el biogás para venderlo como fuente de energía renovable. La materia sólida restante después de la digestión puede venderse como fertilizante natural y convertirse en productos como lecho para animales.10
El Negocio de la Transición
Aunque los objetivos asociados con el cambio climático establecen fechas futuras, como alcanzar cero emisiones netas de carbono para 2050, el negocio de la transición hacia una economía baja en carbono tiene lugar ahora. La inversión sigue en aumento a medida que los inversores, las empresas y los gobiernos compiten por nuevas oportunidades de crecimiento. Por ejemplo, la inversión global en la transición energética alcanzó la cifra récord de 1,8 billones de USD en 2023, un aumento del 17 % con respecto al año anterior.11
Los proveedores de soluciones climáticas están desarrollando una amplia gama de tecnologías innovadoras en áreas tan diversas como baterías avanzadas, biocombustibles, materiales de construcción de bajas emisiones, agricultura sostenible y acero verde. Estas empresas, muchas aún bajo propiedad privada, no se convertirán necesariamente en gigantes globales, pero pueden integrarse en las cadenas de suministro de las grandes corporaciones, lo que crea margen de expansión. Creemos que algunas de las empresas que utilizan estas soluciones como parte de planes de transición creíbles están infravaloradas actualmente, y aquellas que evolucionen con éxito podrían emerger como líderes en la nueva economía sostenible.
Toda esta actividad está creando oportunidades de inversión para aquellos que dispongan de perspectivas precisas para descubrirlas y el ingenio práctico para poner su capital a trabajar. Para alcanzar su doble objetivo de rentabilidad financiera e impacto medioambiental positivo, podría ser fundamental que los inversores climáticos trabajen con un socio de inversión con conocimientos sobre cómo abordar las transiciones económicas globales y con una profunda experiencia en todos los mercados y clases de activos.
1. En un histórico informe sobre el calentamiento global, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas subrayó la complejidad de la transición hacia bajas emisiones de carbono, haciendo hincapié en que alcanzar el objetivo climático clave de limitar el calentamiento global a 1,5 °C requerirá transiciones “rápidas y de gran alcance” en los sistemas terrestres, energéticos, industriales, de edificios, de transporte y urbanos. Consulte “Special Report on Global Warming of 1.5°C,” IPCC. A 8 de octubre de 2018.
2. “Navigating Sustainable Investing Uncertainty and Opportunity in 2024,” Goldman Sachs Global Investment Research. A 2 de enero de 2024. Este grupo de fondos representa entre el 3 % y el 4 % de los activos bajo gestión totales en fondos relacionados con aspectos ASG. El enfoque en la economía real está especialmente claro en los fondos de mejora, que históricamente han tenido el doble de exposición a los combustibles fósiles que el fondo ASG promedio. El universo de los fondos de transición y de mejora examinados en el informe incluye fondos conformes con el Artículo 8 y 9 cuyo nombre incluye “transición”, “alineado con el acuerdo de París”, “descarbonización” y “de mejora”. También están aumentando los fondos de transición climática, que invierten en empresas que están ajustando sus estrategias comerciales para alinearse con la transición hacia bajas emisiones de carbono. Según Morningstar, estos fondos registraron un aumento del 25 % en los activos bajo gestión globales en 2023 hasta alcanzar los 210 000 millones de USD. Véase “Investing in Times of Climate Change: 2023 in Review,” Morningstar. Abril de 2024.
3. “GS SUSTAIN: Adaptación: Physical Risk, Financial Risk, Opportunity,” Goldman Sachs Global Investment Research. A 10 de enero de 2024.
4. “AI is poised to drive 160% increase in data center power demand,” Goldman Sachs Global Investment Research. A 14 de mayo de 2024.
5. “GPU Cloud Economics Explained – The Hidden Truth,” SemiAnalysis. A 4 de diciembre de 2023.
6. “Beyond an Age of Waste: Turning Rubbish Into a Resource,” Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. A 28 de febrero de 2024. Además, las ciudades de todo el mundo generan más de 2000 millones de toneladas métricas de residuos sólidos cada año.
7. Ibidem.
8. “Renewables 2023: Analysis and Forecasts to 2028,” International Energy Agency. Enero de 2024.
9. “Methane”, sitio web del PNUMA. A 26 de mayo de 2024.
10. “How Does Anaerobic Digestion Work”, sitio web de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. A 26 de mayo de 2024.
11. “Energy Transition Investment Trends 2024,” BloombergNEF. A 30 de enero de 2024. El transporte electrificado representó la mayor parte de este gasto con 634 000 millones de USD, seguido de la energía renovable con 623 000 millones de USD.